domingo, 3 de marzo de 2013

Larga vida al Real Madrid, larga vida a Cristiano Ronaldo


No, no. No es que me haya dado un ataque de madridismo irreprimible. Tampoco es que sea un gran forofo de los blancos. Ni siquiera puedo considerarme un apasionado del fútbol. Y si tuviera que decir de qué equipo soy, sin lugar a dudas sería la Unión Deportiva Las Palmas.

Entonces ¿a qué viene el título de este post? Y, lo que es más importante, ¿qué tiene que ver con el marketing, la comunicación y los clientes? Bueno, la historia empieza hace pocos días, escuchando la BBC News. Una de sus noticias matinales arrancaba haciéndose eco de una de las más famosas canciones del momento en Afganistán. Arrasaba en ese país. Y su estribillo, pegadizo por cierto, rezaba en afgano: “larga vida al Real Madrid, larga vida a Cristiano Ronaldo”. Como mínimo llamativo, ¿no? Pero, ¿cómo ha podido llegar la marca del Real Madrid y de su principal valedor, CR 7, tan lejos y levantar tantas pasiones? Máxime cuando en ese país, tal y como explicaba la reportera de la noticia, no existe la televisión, la radio o la prensa tal y como nosotros las conocemos.

La respuesta la encontramos una vez más, como no, en la red de redes: internet. Pero la clave no está solo en el canal, sino en la capilaridad exponencial de los dispositivos móviles y redes de telefonía, que han inundado como un gran tsunami muchas de las regiones de un país tan remoto y conflictivo como es Afganistán. Esta misma situación la pude vivir personalmente en un viaje que realicé a Vietnam y Camboya hace pocos años. Resultaba muy llamativo ver el contraste entre todas las carencias de un país en vías de desarrollo y la proliferación desproporcionada de móviles, cibercafés y empresas de telefonía (en realidad eran miles de maltrechas tiendas improvisadas a ambos lados de las carreteras). Queda patente que estos ciudadanos de la tierra no están dispuestos a renunciar a una ventana al mundo que anhelan, a sus héroes e ídolos deportivos, a un estilo de vida que perciben muy atractivo y novedoso.

Desde hace años se viene hablando del nuestro planeta como una “Aldea Global”, pero es que ahora, bajo mi punto de vista, es más global que nunca. Las comunidades sociales han encontrado su maná en internet y en los dispositivos móviles, y su mayor accesibilidad han dado el impulso definitivo para formar ya, nos guste o no, un único mundo. Y este fenómeno no hace más que crecer e intensificarse día a día. Estoy convencido de que es algo imparable, y ni siquiera los gobiernos tienen poder para frenarlo. Prueba de ello es la impotencia de Corea del Norte para evitar los mapas y fotos de su país que ya están en Instagram y en Google maps o el propio Harlem Shake en Irán. Este fenómeno es además amplificado por los telediarios de todos los países, alimentando enormemente su viralización. Y es que nadie puede ser ajeno a esta realidad que nos ha traído la era digital. Para muestra un botón: la semana pasada Elena Valenciano anunciaba su abandono de twitter pero, paradójicamente, se convertía en TT. En ese mismo momento Facebook informaba públicamente que no le es posible borrar totalmente el rastro digital de sus usuarios en la red.

Todo ello no son más que potentes señales de que el mundo, los países y sus habitantes viven, se relacionan y evolucionan en un ecosistema en el que la única constante, paradójicamente, es el cambio permanente y la interconexión total. No darse cuenta de ello, aceptarlo y actuar en consecuencia es un grave error para los gobernantes, empresas e individuos. No comprender el alcance y potencial de esta gran revolución nos convierte en enfermos de lo que yo llamo “ceguera digital”. Y los ciegos digitales viven, lamentablemente, en un mundo donde la oscuridad es permanente y por tanto no disponen de las capacidades y la mentalidad para admirar el nuevo paisaje, aprovechar las oportunidades que se nos ofrecen y crecer con los nuevos adelantos e innovaciones que el ecosistema digital nos pone en bandeja.

Por tanto, si no queremos ser uno de estos ciegos digitales hagamos el firme propósito de abrir nuestra mente y asumir con positividad las ventajas y retos de esta nueva era.

No hay comentarios:

Publicar un comentario