martes, 21 de mayo de 2013

Grandes retos de la nueva Comunicación Empresarial



La comunicación es nuestra razón de ser. Somos lo que somos gracias, en gran medida, a nuestra habilidad para comunicarnos con nuestros iguales. Somos seres sociales y por ello necesitamos de sistemas para transmitir nuestras necesidades, deseos y sentimientos.

No se puede concebir la comunicación sin personas, por tanto. Y en una organización, en una empresa, integrada por personas, la comunicación se torna en un elemento crítico para que el engranaje funcione correctamente, tanto interna como externamente.

Los cambios en la sociedad motivados en gran medida por la revolución de las TIC´s y dispositivos móviles y las innovaciones de la era digital exigen de las empresas una adaptación en sus modelos y herramientas de comunicación empresarial. De lo contrario, pueden verse desplazadas del mercado o, en el mejor de los casos, relegadas a posiciones mediocres por pérdida de competitividad.

Algunos de los grandes retos en Comunicación Empresarial a los que se enfrentan las compañías, tanto grandes como medianas y pequeñas son claros:
  • Integrar de manera coherente y convincente en sus Estrategias Corporativas una estrategia de comunicación interna y externa sustentada en los principios de la transparencia, la innovación y la cooperación. La sociedad, el mercado, los clientes y los propios empleados no legitimarán empresas que no se comprometan con estos valores en un futuro.
  • Establecer las bases para fomentar un cambio en la cultura corporativa, de manera que se prime y potencien los flujos reales de información y conocimiento entre áreas y externamente con la sociedad, más allá de guerras de poder y reinos de taifas habituales. La relación entre departamentos como Marketing, Comunicación, Recursos Humanos, Calidad y Atención al Cliente, Ventas, etc. debe sustentarse en la confianza mutua. Con los medios externos también se deberá fijar relaciones basadas en una cultura de confianza y no de recelo mutuo.
  • Impulsar la contratación y el reciclaje de altos y medios directivos de tal manera que se asegure un inventario mínimo de habilidades y capacidades comunicativas imprescindibles en la era del directivo digital. Ya no es suficiente con la impronta o la intuición para comunicar eficazmente interna y externamente.
  • Implantar de forma óptima los canales y herramientas de comunicación que ofrecen los Social Media e internet. No se trata de querer estar porque haya que estar, sino que estas nuevas vías de conexión con la sociedad, el mercado y los clientes deben vertebrarse mediante una reflexión sincera acerca de la madurez digital y las capacidades competitivas de cada empresa. Además, las redes sociales corporativas irán ganado peso específico en próximos años y, en un futuro no muy lejano, formarán parte del día a día de la compañía.
En resumen, las nuevas exigencias para las organizaciones en lo que a Comunicación Corporativa se refiere pasan por trabajar sobre los siguientes campos: la Estrategia, la Cultura, las Personas y los Medios. Todo ello, teniendo al Cliente como foco de toda la acción y organización de la empresa. ¿Están los dirigentes empresariales preparados para ello?

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